Estimado caballero:
Sé que no esperabas recibir
esta carta de mí, y que, posiblemente, cuando las abriste, esperabas emocionado
que fuera tu princesa, pero, de todos modos, espero que no fuera del todo una decepción
el abrirla.
Desde hace miles de años nos
hemos visto obligados a librar horribles enfrentamientos entre nosotros. Con el
paso del tiempo, fui acostumbrándome a lo que esperaban de mí, pero, si te soy
sincero, nunca quise pelear contigo.
Desde el primer momento en que
te vi, entrando en mi oscura casa con tu brillante armadura y ese rubio cabello
que casi tapaba tus ojos azules tan profundos, que daban la sensación de que
nadaba en ellos, me enamoré de ti. Solté un suspiro tan fuerte que casi te mata
e instantes después nos enfrentamos; para mí un horrible enfrentamiento, pero
que me brindó la oportunidad de conocerte.
Somos parte de leyendas y
miles de historias que nunca podrían haber ocurrido sin nosotros. Si te paras a
pensar, siempre he estado en tu vida, no como tu princesa que, aparte de
necesitar una muestra de valor para enamorarse de ti, tan solo aparece al final
de tu historia, nuestra historia. Yo he permanecido contigo siempre,
especialmente en los malos momentos.
Sé que nuestro amor es imposible,
pero espero que cuando me mires la próxima vez que combatamos para seguir
creando historias, tengas presentes todos mis sentimientos que intento demostrarte con esas llamas de
color rojo intenso.
Fdo.:
Tu
dragón
P.D.: Siento que la carta esté
un poco quemada; he pillado un resfriado.
PAULA SIERRA. 2º A ESO
PAULA SIERRA. 2º A ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario