martes, 2 de junio de 2015

PREMIO 1ª CATEGORÍA: PAULA MARTÍNEZ.




EL JARRÓN CHINO


            Hace muchos años en una aldea muy lejana de China vivía un tendero llamado Chin.
            Toda la historia comenzó una mañana cuando Chin se despertó. Había tenido un sueño muy raro en el que todo lo que tocaba se convertía en obra de arte. Lo que él no podía imaginar era que todo lo que había soñado se haría realidad. Cuando Chin se levantó se dirigió a la cocina y vio que el desagüe estaba atascado y lleno de barro. Cada vez que tocaba el barro lo transformaba en jarrones, tazas, platos...etc. Todo esto lo vendía en su tienda.
            A partir de ese momento Chin empezó a tener fama en el pueblo. Todo el mundo compraba sus maravillosas creaciones hechas con barro. Su gran fama llegó a oídos del emperador Kimoto, un hombre poderoso, robusto, de pelo negro y mirada profunda.
            El emperador Kimoto le otorgó el honor de trabajar en su casa. Le ordenó que hiciera la más bella obra de arte del mundo para la boda de su querida hija Li-Ming. Ella era su única familia y estaba muy triste porque al casarse se alejaría de su lado. Juntos jugaban largas partidas de ajedrez y escuchaban música mientras paseaban por los jardines de su palacio.
            Chin tuvo que darse prisa y remover mar y tierra para buscar su inspiración.
            Al mes ya lo tenía, su mejor obra jamás hecha. Era un jarrón de porcelana china decorado con preciosas amapolas rosas y moradas rematadas con hilos de oro. Aquel jarrón tenía un tesoro oculto en su interior. Nadie lo sabía, solamente él.
            Tras la boda de su hija un pirata robó el jarrón  y para que nadie lo encontrase lo escondió en su barco. El jarrón viajó por medio mundo descubriendo nuevas culturas hasta que un día  durante una tormenta con olas enormes se destrozó el barco y se hundió con el jarrón en su interior.
            Siglos después, un barco busca-tesoros encontró los restos del naufragio y entre ellos estaba el jarrón. Lo llevaron a una subasta de objetos antiguos y allí un niño por accidente rompió el jarrón. Así se descubrió el gran tesoro oculto del jarrón chino guardado durante siglos en su interior y  que sólo lo conocía su creador.



                                                                                              Autor: CHIN


PAULA MARTÍNEZ CRESPO. 1º ESO.

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